Más de la mitad de las audiencias preliminares en Capital se llevaron a cabo con éxito, reflejando un avance en la gestión judicial. La suspensión de audiencias sigue siendo un desafío, con un 44% no realizadas por diversas causas.
La administración de justicia enfrenta constantemente el escrutinio público y la eficiencia de sus procesos es un termómetro clave de su salud institucional. En este contexto, la Dirección General de Auditoría de Gestión Jurisdiccional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) ha presentado un informe que pone en perspectiva la operatividad de los juzgados penales en Capital.
Entre el 27 y el 31 de mayo de 2024, se programaron un total de 156 audiencias preliminares en los Juzgados Penales de Garantías, de Delitos Económicos, de la Adolescencia y los especializados en Crimen Organizado. De estas, se efectuaron 87, lo que representa un 56% de eficacia en la realización de estas. Este dato, aunque positivo, esconde tras de sí una serie de desafíos que aún persisten.
El 44% restante, equivalente a 69 audiencias, no se llevó a cabo. Las razones detrás de estas suspensiones son variadas: 37 por pedidos de suspensión, 25 por incomparecencia de alguna de las partes, 4 por planteos procesales, 1 por falta de notificación y 2 por renuncia de la defensa. Estas cifras no solo hablan de los obstáculos logísticos y administrativos, sino también de la necesidad de fortalecer la cultura de la puntualidad y compromiso con el proceso judicial.
¿Eficiencia judicial?
La suspensión de audiencias tiene un impacto directo en la administración de justicia. Retrasa la resolución de casos, prolonga la incertidumbre para las partes involucradas y genera una carga adicional para el sistema judicial ya de por sí saturado. Además, afecta la percepción de la ciudadanía sobre la eficacia y la rapidez con la que se imparte justicia.
Es imperativo que se tomen medidas para mejorar estos números. La implementación de tecnologías que faciliten la notificación y el seguimiento de casos, así como la imposición de sanciones por incomparecencia, podrían ser pasos en la dirección correcta. Asimismo, es importante que todas las partes involucradas en el proceso judicial —desde los abogados hasta los acusados— comprendan la importancia de su presencia y participación activa en las audiencias.
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