El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro adelanta la Navidad para el 1 de octubre. Con ello, la festividad se adelanta más de dos meses al calendario tradicional. Esta decisión fue comunicada horas después de que la Fiscalía venezolana emitiera una orden de captura contra el candidato opositor Edmundo González Urrutia. El mismo está sindicado de cometer presuntos delitos relacionados con el terrorismo, informó El País.
Maduro aprovechó su programa de televisión para hacer el anuncio. Dirigiéndose a sus simpatizantes y vinculando la medida con un mensaje de optimismo. “Es septiembre y ya huele a Navidad, huele a Navidad. Y por eso este año, en homenaje a ustedes, en agradecimiento a ustedes, voy a decretar el adelanto de la Navidad para el 1 de octubre”. Este cambio en el calendario festivo es parte de una estrategia que, en años anteriores, también ha visto a Maduro adelantar las festividades. Con ello, busca así generar una atmósfera de celebración y apoyo popular en momentos políticamente delicados.
Durante su intervención, Maduro también se refirió al reciente apagón que afectó al 80% del territorio venezolano. Atribuyó la caída del sistema eléctrico a un sabotaje de sus adversarios políticos, presuntamente orquestado desde el exterior. “El ataque criminal eléctrico paró la economía. No pudieron. La gente siguió trabajando, laborando, y con el apoyo de la clase obrera, en unión cívico-militar-policial perfecta, garantizamos la paz absoluta”, afirmó.
El anuncio del adelanto de las festividades navideñas coincide con una coyuntura crítica para el régimen de Maduro. El mismo enfrenta una creciente presión tanto interna como internacional. La oposición venezolana, liderada por figuras como María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, ha rechazado los resultados oficiales de las elecciones del 28 de julio y denuncia falta de pruebas en la proclamación de Maduro para un tercer mandato. A pesar de la orden de captura y la persecución judicial, la alianza antichavista promete mantener la presión sobre el gobierno y espera que la comunidad internacional no reconozca el nuevo mandato de Maduro a partir del 10 de enero.
Durante los meses previos a la Navidad, el gobierno chavista suele intensificar el reparto de ayudas y alimentos a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), incluyendo los tradicionales perniles de cerdo, un producto especialmente valorado en los barrios populares. Este tipo de medidas busca afianzar el apoyo en sectores que han sido históricamente beneficiados por las políticas asistencialistas del chavismo.
Con la festividad adelantada, Maduro intenta proyectar una imagen de control y celebración, mientras enfrenta uno de los momentos políticos más complejos de su mandato. La tensión entre el gobierno y la oposición sigue creciendo, y la decisión de cambiar el calendario navideño se enmarca en una estrategia más amplia de distracción y fortalecimiento del respaldo popular en un país sumido en la incertidumbre.
