En una jornada que quedará marcada en la historia política de Argentina, el Senado ha dado luz verde a la controvertida “Ley Bases” impulsada por el presidente Javier Milei, tras una maratónica sesión de más de 13 horas que culminó con un empate resuelto por el voto decisivo de la vicepresidenta Victoria Villarruel. La normativa, que propone una economía más desregulada y un Estado reducido, ha generado un clima de alta tensión tanto dentro como fuera del Congreso, con manifestaciones que han derivado en enfrentamientos y detenciones.
La “Ley Bases” representa un cambio radical en la política económica argentina, buscando otorgar al Ejecutivo poderes legislativos ampliados y reducir significativamente el tamaño del Estado. La aprobación llegó tras un empate a 36 votos que Villarruel, alineada con Milei y presidenta del Senado, deshizo a favor del Gobierno. Este resultado ha sido celebrado por el Ejecutivo como un triunfo para el pueblo argentino y un paso adelante hacia una ambiciosa recuperación económica.
Sin embargo, el camino hacia la implementación de la ley no está libre de obstáculos. El proyecto deberá volver a la Cámara de Diputados debido a las modificaciones realizadas durante el debate en el Senado. Además, la sesión estuvo acompañada de violentas protestas en las calles aledañas al Congreso, donde grupos políticos, sociales y sindicales expresaron su rechazo bajo el lema “La patria no se vende, se defiende”.
El Gobierno ha tenido que realizar concesiones significativas para asegurar la aprobación de la ley. De las más de 40 empresas estatales inicialmente propuestas para la privatización, solo una fracción permanece en la lista final, excluyendo a entidades emblemáticas como Aerolíneas Argentinas y el Correo Argentino. También se mantendrán la moratoria previsional y la continuidad de las obras públicas con financiamiento internacional.
Cambios en Argentina
El debate en el Senado estuvo caracterizado por intensos intercambios entre los legisladores. Mientras Eduardo Vischi de la UCR defendió la ley como una herramienta necesaria para el futuro del país, la senadora kirchnerista Juliana Di Tullio criticó duramente la delegación de poderes legislativos al presidente Milei.
Uno de los aspectos más polémicos fue la creación del Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones (RIGI), destinado a atraer inversiones extranjeras mediante beneficios fiscales y aduaneros. Este punto fue objeto de críticas por los posibles riesgos ambientales y la entrega de recursos naturales. Villarruel también jugó un papel crucial en la validación de la delegación de facultades legislativas y la declaración de emergencias en diversas áreas durante un año.
Además de la “Ley Bases”, se aprobó un paquete fiscal que incluye el blanqueo de capitales y reformas tributarias, aunque se dejó fuera la restauración del impuesto a las ganancias. Con la mirada puesta en una votación favorable en la Cámara de Diputados, Milei busca convocar a líderes políticos y sociales para firmar un compromiso que promueva políticas de libertad y crecimiento económico.
La aprobación de esta ley refleja la complejidad de la situación política en Argentina, donde la administración de Milei enfrenta desafíos significativos para implementar su agenda de desregulación y privatización en medio de una fuerte oposición social y política. La próxima votación en la Cámara de Diputados será determinante para el futuro de estas reformas y su impacto en la sociedad argentina.
Este artículo incluye contenido modificado basado en una noticia original elaborada por Diego Tudares, para Mundiario, distribuida bajo la licencia CC BY-SA.
