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Llamados a la moderación en medio de la creciente tensión en Oriente Medio

El Heraldo Paraguayo
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Tras más de seis meses de guerra en la Franja de Gaza, la tensión en Oriente Medio continúa aumentando. Los palestinos sufren deshidratación, desnutrición y miedo, mientras que los ataques israelíes en Irán han llevado a la ONU y al OIEA a hacer llamados a la moderación.

La guerra en la Franja de Gaza, que ha durado más de seis meses, ha llevado al temor de un conflicto regional más amplio y una amenaza nuclear. Los palestinos sufren «deshidratación, desnutrición y miedo», y la destrucción de equipos médicos en los escasos hospitales que todavía funcionan continúa.

Después de los ataques israelíes dentro de Irán cerca de una central nuclear el viernes pasado, el Secretario General de la ONU, António Guterres, hizo un nuevo llamado a todas las partes para «detener el peligroso ciclo de represalias en Oriente Medio». En un comunicado emitido por su Oficina, Guterres condenó cualquier acto de represalia y pidió a la comunidad internacional que trabajara unida para evitar nuevos hechos que podrían tener consecuencias devastadoras para toda la región y más allá.

El director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, se hizo eco de estas preocupaciones e instó a la «extrema moderación» de todas las partes. El OIEA confirmó que no hay daños en las instalaciones nucleares iraníes y Grossi reiteró que las instalaciones nucleares nunca deben ser un objetivo en los conflictos militares.

En Ginebra, la Oficina de Derechos Humanos (ACNUDH) instó a todas las partes a «tomar medidas para apaciguar la situación» rápidamente. Jeremy Laurence, portavoz de la ACNUDH, pidió a los terceros Estados, en particular a los que tienen influencia, que hagan todo lo posible para garantizar que no se deteriora aún más una situación ya de por sí extremadamente precaria.

En la Franja de Gaza, los equipos de ayuda humanitaria ofrecieron nuevos datos sobre los peligros a los que se enfrentan los civiles palestinos, especialmente las mujeres embarazadas y las madres lactantes, como consecuencia de la «destrucción insensata» de equipos médicos vitales y de “la deshidratación, la desnutrición y el miedo» generalizados entre los palestinos.

Dominic Allen, representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) para Palestina, dijo que había indicios de que el número de partos complicados era casi el doble que antes de que estallara la guerra. Allen describió su última misión a la Franja para evaluar el impacto de los ataques israelíes sobre la asistencia sanitaria en los hospitales asediados de las provincias del norte, el centro y el sur.

Allen insistió en que los últimos hospitales que quedan en la Franja, incluido el Hospital Nasser, el segundo más grande, “se aferran a la vida mientras son un salvavidas para las mujeres embarazadas de Gaza”. Allen describió la destrucción intencionada y gratuita de equipos médicos en la maternidad del hospital.

La misión del UNFPA, que comenzó el lunes 8 de abril y terminó este miércoles, se llevó a cabo en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) y la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA).

En cuanto a Rafah y los continuos temores de una incursión israelí, el funcionario del UNFPA subrayó la “gran sensación de miedo” que se cierne sobre los más de 1,2 millones de personas que se refugian allí. “Hay un miedo palpable por parte de los habitantes de Gaza con los que hablé: las parteras, los médicos, las mujeres embarazadas, mis colegas, que están en Gaza… En este momento es un refugio para 1,2 millones de habitantes de Gaza; no es un refugio seguro, pero al menos es un refugio”.

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