En un confesionario reconocimiento, el viceministro de Política Criminal, Rodrigo Nicora, ha arrojado luz sobre un aspecto sorprendente del operativo Veneratio: el Ministerio de Justicia estuvo al margen de información crucial durante la mayor parte de la operación para recuperar el control de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú.
Nicora, en sus declaraciones, reveló que la información sobre cómo y cuándo se llevaría a cabo el operativo llegó al Ministerio de Justicia solo en la fase final de la planificación. Este asombroso desconocimiento plantea preguntas sobre la coordinación y la comunicación interna en una operación que ha sido cuidadosamente gestada desde agosto pasado.
El operativo, que comenzó alrededor de las 5:00 de la mañana del lunes, fue encabezado por un contingente militar y policial, avanzando pabellón por pabellón en Tacumbú. Sin embargo, el hecho de que la entidad ministerial estuviera a oscuras hasta las etapas finales genera interrogantes sobre la capacidad de las autoridades de este ministerio.
El territorio del penal dominado por Armando Javier Rotela, conocido como La Jungla, fue alcanzado aproximadamente cuatro horas después del inicio del operativo. Con Rotela fuera de Tacumbú, Nicora expresó su confianza en haber actuado conforme a principios y valores, pero también admitió que hubo detalles que solo se comprendieron en la fase final del operativo.
Al ser cuestionado sobre las garantías de que Rotela no retome el liderazgo, Nicora aseguró que tanto Armando Javier como su primer anillo estarán aislados. Actualmente, la Penitenciaría Nacional de Tacumbú se encuentra bajo el cuidado de la Policía Nacional, marcando un cambio significativo en la dinámica de responsabilidades en el sistema penitenciario.
Este revelador desconocimiento ministerial arroja sombras sobre el proceso y plantea la cuestión fundamental de cómo una operación de tal magnitud pudo llevarse a cabo con una información tan limitada en uno de los actores clave, el Ministerio de Justicia. El análisis de las consecuencias de este desconocimiento se vuelve crucial en medio de la reconstrucción y reorganización en curso en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú.
