Las negociaciones para alcanzar un alto el fuego en Gaza se encuentran estancadas. Las delegaciones de Israel y Hamás abandonaron El Cairo este domingo sin lograr un acuerdo, a pesar de los esfuerzos de mediación de Estados Unidos, Catar y Egipto.
El estancamiento deja la región en una situación crítica, con la violencia en aumento y el sufrimiento de la población civil, informó La Marea.
Hamás insiste en que solo aceptará las condiciones del borrador del 2 de julio, que incluye el fin de los ataques israelíes y la retirada de las tropas de la Franja de Gaza. Sin embargo, el gobierno de Benjamin Netanyahu se ha negado a aceptar estas demandas. Esta postura cuenta con el respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU, lo que complica aún más las posibilidades de un acuerdo.
El principal punto de desacuerdo es la insistencia de Israel en mantener tropas en el corredor de Filadelfia, una zona estratégica que separa Gaza de la península de Sinaí en Egipto. Según la Agencia EFE, Israel busca conservar ocho posiciones militares en esta área durante la primera fase de cualquier tregua. Hamás, por su parte, rechaza categóricamente esta propuesta.
Los mediadores han propuesto un alto el fuego temporal de entre cinco y siete días. Este periodo permitiría el ingreso de ayuda médica y vacunas a una población gravemente afectada. Hasta ahora, la violencia ha cobrado la vida de más de 40,000 personas, según cifras oficiales. Solo en las últimas horas, los bombardeos israelíes han matado a al menos 71 personas y herido a 112, de acuerdo con el Ministerio de Sanidad de Gaza.
Negociaciones deben ser la salida
Mientras tanto, la situación en el Líbano también se ha intensificado. Israel y la milicia libanesa Hizbulá continúan intercambiando ataques. Este domingo, las Fuerzas Armadas israelíes bombardearon el sur del Líbano con más de 100 aviones de combate. Hizbulá, en respuesta, lanzó 340 proyectiles hacia Israel. Estos ataques resultaron en la muerte de tres personas en el Líbano y un soldado israelí.
El estancamiento de las negociaciones y la escalada de violencia en Gaza y el Líbano subrayan la urgente necesidad de una solución que proteja a los civiles y estabilice la región. Sin un acuerdo, la población de Gaza y sus alrededores seguirá sufriendo las devastadoras consecuencias de este conflicto.
